La operación terrorista de Hamás en suelo de Israel ha costado ya a los israelíes cuarenta muertos, cientos de heridos y un número indeterminado de secuestrados que habrían sido trasladados a Gaza. Era algo que podía pasar en cualquier momento. Y ha pasado.
Por eso es increíble que, tras la Guerra del Yom Kippur, Israel haya caído en la misma trampa. Un ataque por sorpresa, en una festividad judía, que coge a las fuerzas armadas israelíes completamente desprevenidas. Alguien en Israel va a tener que pagar por este enorme error que ha costado tan caro.
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