Si Israel quisiera actuar como lo hacen los terroristas de Hamás (recordemos que en su incursión en territorio israelí han disparado indiscriminadamente contra todos los civiles que se encontraban por la calle, incluso quemando casas para obligarles a salir y luego asesinarles a sangre fría) podría hacer que en Gaza no quedara vivo ni un solo habitante. Pero Israel no es como Hamás. El ejército israelí está compuesto por militares, no por terroristas.
Por eso los ataques israelíes se están produciendo y se producirán contra instalaciones militares de Hamás. Que, hay que recordarlo, muchas veces están instaladas en populosos barrios gazatíes, usando así a su propia gente como escudos humanos. Y posteriormente, que nadie lo dude por la gravedad del ataque terrorista de Hamás, llegará la incursión terrestre del ejército israelí en Gaza. Que esta vez no será, como en anteriores ocasiones, meramente quirúrgica. En esta ocasión Israel entrará en Gaza para arrasar a las fuerzas de Hamás. Sin miramientos, sin contemplaciones.
Hamás ha iniciado esta estúpida guerra con su ataque terrorista en suelo israelí. E Israel se va a defender y la va a terminar. Que nadie tenga la menor duda.
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