Le escuché decir a un conocido hace muchos años que cuando alguien ante una pregunta comenzaba por "creo" él desconfiaba de la respuesta, porque significaba que la persona no estaba segura de lo que estaba diciendo. Es mi caso ahora.
Los secesionistas catalanes han subido el precio hasta un punto que parece (repito, parece) que los socialistas no pueden pagar. Esto ha producido, como era fácilmente previsible, un enorme alborozo en las filas a la derecha del PSOE, que ven la repetición electoral el 14 de enero (hasta ya hay fecha) al alcance de la mano.
Vaya por delante que políticamente nada me haría más feliz que esa repetición electoral. Sería una segunda oportunidad para sacar de La Moncloa a ese ser nefasto que la ocupa. Pero me temo que no será el caso.
Los separatistas catalanes son conscientes de que no van a tener una posibilidad como la presente para salir impunes de sus delitos cometidos cuando, de forma ilegal y violenta, intentaron secesionarse de España hace seis años. Y no creo que la vayan a desaprovechar. Y no solamente lo anterior. Es que van a tener a un Gobierno que va a depender de ellos por cuatro años, al que van a poner precio vez tras vez, con cada ley, especialmente con los Presupuestos (ya han dicho, por ejemplo, que los del año próximo se negociarán separadamente de la investidura).
¿Entonces por qué elevan tanto el precio de sus apoyos a Sánchez, cuando ya tienen la amnistía en la mano? Pues precisamente por eso, porque en las negociaciones ya han conseguido la amnistía. Y ahora quieren más. Por eso están poniendo sobre la mesa exigencias desmedidas, con la idea de posteriormente rebajar esas condiciones a otras aceptables para Sánchez. ¿Cuáles? No estoy seguro, evidentemente. Podría ser una llamada consulta no vinculante que sea el principio del derecho a decidir, con vistas a dar más pasos en ello en el futuro. Pero, sin descartar lo anterior (las dos cosas, la anterior y esta, no son excluyentes), más bien creo que irá en la línea de que España le perdone a Cataluña la deuda que ellos consideren. Y una Agencia Tributaria propia, como País Vasco y Navarra. Una vez conseguido desde hace mucho un autogobierno de facto, y ahora ya entregada la amnistía (ya está pactada), hay que seguir por la senda marcada por Pujol. El dinero. Pero ahora mucho dinero. Muchísimo.
Repito, no estoy seguro de lo anterior. Son temores. Existe la posibilidad de que los secesionistas se tiren al monte y al final lancen la mesa patas arriba. Es lo que me encantaría. Pero no me gusta confundir mis deseos con la realidad. No creo que pase. Esta es su gran oportunidad y pienso no la van a dejar pasar.
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