miércoles, 11 de noviembre de 2015

La estrategia secreta del independentismo catalán

Lo leí hace unos minutos en un artículo de El País. Es la revelación por parte de un periodista de una conversación off the record con el presidente de la Asamblea Nacional Catalana, Jordi Sánchez. El artículo tiene fecha de 4 de noviembre, y lo complementa con otro de ayer (que fue el que me encontré, y que me condujo al anterior).

Saben que no tienen ni legitimidad ni posibilidades de alcanzar la independencia de Cataluña. Pero están siguiendo este camino para, literalmente, como dijo este sujeto, forzar la situación, o sea, ir hasta el extremo para que el Gobierno central tenga que actuar y así poder ellos hacerse las víctimas y (tal vez) que la comunidad internacional intervenga a ver si suena la flauta y pueden convocar un referéndum de independencia y ganarlo. Y para todo ello no les importa estar jugando con la estabilidad y la convivencia de los catalanes, a los que han dividido en dos mitades prácticamente iguales. Tampoco les importa el riesgo que se está corriendo de que toda esta aventura acabe mal en la calle (puede que muy mal) para algunas personas de a pie, que son al final las que siempre acaban pagando el pato.

Hay que leer detenidamente los dos artículos en cuestión para darse cuenta de la catadura de esta gente. No les importa nada (absolutamente nada) con tal de tener una mínima posibilidad de salirse con la suya. Y para ello están dispuestos incluso a jugar con la vida de la gente (de sus seguidores y de los que no lo son).

Espero que Rajoy acierte en las medidas a tomar. Enfrente tiene no a adversarios políticos, sino a auténticos políticos delincuentes de guante blanco, que no dudarán en exacerbar a las masas (caiga quien caiga, literalmente) para, repito, conseguir una mínima posibilidad de salirse con la suya. Sinceramente, no quisiera estar en el lugar del Presidente del Gobierno de España. Dadas las circunstancias puede que éste sea el peor momento político desde la llegada de la democracia a España. Peor incluso al intento de golpe de estado del 23 de febrero de 1981, que ya es decir. Porque allí no hubo muertos, ni tan siquiera heridos. Aquí, con estos elementos al frente de la provocación independentista, quien sabe lo que puede llegar a pasar. Deseo de todo corazón que, al final, nada irremediable.

4 comentarios:

  1. Completamente de acuerdo. Lo realmente grave y peligroso es que se ha puesto de manifiesto que gran parte de la población no entiende en absoluto los fundamentos de la democracia. Y ojo, aquí no hablamos de Artur Mas y sus colegas cleptócratas, sino de los que se ponen de perfil.

    Gente como la alcaldesa Ada Colau, que desaparece o le da mil vueltas al tema para no pronunciarse. Si no ha sido capaz de salir a condenar las acciones de los independentistas, si no es capaz siquiera de pronunciar la palabra "España", mejor que se vaya a su casa porque no está entendiendo nada.

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    1. Así es. Y gran parte del problema es que los independentistas catalanes (los votantes digo, tanto los que votan a partidos independentistas como a los de Podemos y algunos del PSC) no entienden que el estado de derecho es el respeto a las leyes, a la legalidad vigente. Sin ese respeto no hay nada. Se cae en la inseguridad jurídica (que es lo que está pasando en Cataluña con los no nacionalistas), y esa inseguridad jurídica se sabe como empieza, pero nunca como termina.

      Un saludo y gracias por tu participación.

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  2. Pues hacen bien los catalanes, escapar de la ciénaga es buena idea si la única respuesta que reciben son insultos y amenazas. La democracia no es obedecer al que te putea.

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    1. Efectivamente la democracia no es eso, la democracia es respetar las leyes.

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