martes, 9 de febrero de 2016

Rajoy golpista

Lo leo y no lo creo. Lo que este sujeto pretendía no era otra cosa que un golpe de estado. Y con el agravante de querer usar al rey para su beneficio. No consigo entender ni tan siquiera como se le pasó tamaña estupidez por la cabeza, menos aún como dio los primeros pasos para llevarla a la práctica. Lo que veo es que con tal de permanecer él al frente del gobierno está dispuesto a cualquier cosa.

Cobarde por no querer cumplir con su deber de someterse a la investidura. Cobarde doblemente por querer ocultar esa cobardía tras el hecho de que el rey no le propusiera a él como candidato. A lo que hay que añadir la imprudencia temeraría de meter al rey en el guiso. Si ya no hay bastante crisis política casi a todos los níveles, lo que menos hace falta es que la abuela se ponga de parto, con un rey tomando partido por un candidato en particular, lo que entrañaría, por supuesto, que se pondría en cuestion la figura del monarca por todos los demás partidos. Y sí, soy republicano, y quiero que la monarquía salga de España, pero no así, a base de quien sabe que riesgos de fractura social, sino mediante un referéndum democrático, pacífico y sosegado.

Pero, siguiendo con la estupidez golpista de Rajoy, es evidente que la Constitución obliga a que haya un candidato, o varios, a la Presidencia del Gobierno. Y es de lógica que el primero debe ser el del partido más votado. A partir de la primera votación de ese candidato es cuando empiezan a contar los dos meses para repetirse las elecciones si ni él ni ningún otro consigue la investidura. Pero es igual de evidente que después del fracaso del primer candidato el rey está obligado por el sentido común a proponer a cualquiera que quiera intentarlo, respetando el orden de la cantidad de diputados que tienen. Es de lógica, por lo tanto, que en las actuales circunstancias el primer candidato era Rajoy, que debió ir a la investidura, aunque fuera para perderla; posteriormente sería Sánchez, y si él fracasara el rey debería pedirle el intento a Iglesias, y ante su posible falta de éxito después a Rivera. Es de una necedad increíble pensar en convocar nuevas elecciones sin haber agotado todas las posibilidades, incluso en un escenario aún peor que el actual. Primero, por mandato constitucional; y segundo, para salvaguardar la figura arbitral del rey, que no está ahi precisamente para ser utilizado con fines partidistas; un uso partidista que ha hecho, por ejemplo, Pablo Iglesias, pero que el intento golpista de Rajoy es infinitamente peor que el del neocomunista.

¿Qué esperaba Rajoy que pasara ante el hecho de que el rey no propusiera candidato alguno y optara por repetir elecciones sin más? ¿Pensaba acaso que Pedro Sánchez, con el hambre que tiene de poder (legítima y no menor que la de los demás en general y la de Rajoy muy en particular), se iba a quedar quieto y callado viendo como el monarca la quitaba por la cara su oportunidad de ser Presidente? ¿Imaginaba que Iglesias, viendo el evidente juego sucio, no iba a aprovechar la oportunidad regalada para cuestionar brutalmente (y con toda razón) la monarquía? ¿Hasta donde pretendía llegar Rajoy con tal de mantenerse en el poder? ¿Hasta donde pretende llegar?

Con este intento de golpe de estado Mariano Rajoy ha tirado por la alcantarilla el poco crédito político que le quedaba. Queda incapacitado para seguir en política. Y, además, por el bien de España y de su partido.

Y creo que es de justicia aplaudir, incluso desde mi posición republicana, la acertada decisión del monarca de no dejarse llevar por esa absurda idea partidista de Rajoy, sino mantenerse con decisión en sus funciones constitucionales. Es lo que ha salvado a España de males peores que los actuales (que ya son bastantes).

2 comentarios:

  1. En el momento que vi a Cospedal ponerse al frente de las negociaciones postelectorales, quedó claro que la prioridad era salvar a la vieja guardia.

    El problema que tienen es que es una misión imposible. No sólo no tienen ninguna posibilidad de pactos, es que es posible que las dos opciones de gobierno que prefieren sus propios votantes ahora mismo sean:
    1-Una gran coalición SIN Rajoy y SIN Sánchez.
    2-Un gobierno socialista breve para que Rajoy dimita.
    En ninguna de las dos opciones están ellos.

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    1. Pues sí, parece que la consigna es salvarse como sea, él y los suyos. Y al precio que sea. Esperemos que no vengan males mayores.

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