Desde que, por el Ejecutivo aprobado por el Legislativo, Rajoy aplicó en Cataluña el artículo 155 de la Constitución y, por el Judicial, el Tribunal Supremo procesó a los cabecillas del intento secesionista catalán, he dicho en multitud de ocasiones que todo eso serviría para que nadie volviera a intentarlo. Y puede que me esté equivocando.
Lo digo porque leo por un lado Los CDR "calientan la calle" y ensayan tácticas para paralizar Cataluña el 21-D (en El Confidecial) y por otro Torra busca reventar las instituciones antes del juicio (de Victoria Prego en El Independiente) y me parece que la cosa pinta mal. Muy mal.
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