Agredida salvajemente y brutalmente violada a las cuatro de la madrugada cuando estaba sola, borracha y confiando en un desconocido. Creo que hay unas lecciones que se pueden aprender de este hecho.
La primera, que estos sujetos deben ser castigados penalmente con mucho mayor peso que el actual. Punto.
La segunda, que a esta chica la van a creer porque se opuso con toda su fuerza a la violación, con los resultados que se pueden ver en las fotografías. Pero, ¿y si no se hubiera opuesto así, sino únicamente verbalmente? Lo tendría mucho más difícil. Por lo tanto, hay que valorar la palabra de la mujer agredida por encima de la del hombre agresor. ¿Que eso provoca indefensión en los hombres? Pues entonces que tengan cuidado con quien mantienen relaciones sexuales.
Y la tercera, que una mujer tiene que tener cuidado de dónde va, en qué condiciones y con quién. Y no, no estoy justificando la agresión. Dicha agresión es completamente injustificable. Punto. Unicamente estoy intentando que las mujeres se protejan a sí mismas. Es todo. Porque, como he dicho tantas veces, todo el peso de la ley debe caer sobre el agresor. Pero eso no va a hacer desaparecer la mencionada agresión y los muy probables traumas en la vida de la chica (tal vez para toda la vida). Por eso, como dice el dicho, es mejor prevenir que lamentar.
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