Hace unos pocos días escribí en este blog un texto titulado Renuncio públicamente a definirme como liberal-conservador en el que, con tres breves argumentos, pretendía únicamente dar a conocer a los seguidores de este pequeño rincón que abandonaba definitivamente ese calificativo. Creo que era demasiado corto y por ello pienso que vale la pena entrar un poco más en materia.
El liberalismo toma su nombre de la defensa de la libertad, y dentro del mismo habitan diferentes corrientes. La corriente digamos tradicional (aunque no me gusta el nombre, pero sea) defiende un Estado mínimo, que tendría como funciones básicas la seguridad del individuo (del interior con la policía y del exterior con el ejército) y la aplicación de la Justicia, a las que muchos otros añaden la educación y la sanidad para todos. Ese liberalismo tradicional ha hecho bandera de la no financiación por parte del Estado de ninguna iniciativa de ningún grupo particular (social, económico, religioso, político, étnico, etc.).
Ahora bien, dentro de ese que hemos llamado liberalismo tradicional podemos distinguir dos claras corrientes, ambas liberales. Por un lado la corriente liberal-conservadora, que está en contra del aborto y la eutanasia, que cree que el matrimonio es solamente entre un hombre y una mujer y que solamente ese tipo de relación puede adoptar hijos y que defiende un endurecimiento general de las penas de casi todos los delitos (en la que personalmente me incluyo). En el otro lado del liberalismo tradicional encontramos lo que llamaremos liberalismo-progresista, que favorece el aborto y la eutanasia, cree que el matrimonio y la adopción deben estar abiertos a parejas del mismo sexo y tiene una posición más favorable a la levedad de penas por determinados delitos. Evidentemente lo anterior es un mero resumen, pero valga para el objetivo de este texto.
Y ahora llegamos a un grupo (no pequeño) en España que pretende ser liberal, dentro de la corriente liberal-conservadora, pero que defiende ideas como las siguientes (que ya mencioné y que copio literalmente, para ahorrarme trabajo):
- La Conquista de América por parte de los españoles fue una acción modélica.
- La Inquisición hay que entenderla en su contexto histórico; tampoco fue tan mala, porque, en cualquier caso, los protestantes mataron a más gente.
- La Guerra Civil no empezó en 1936, sino de hecho mucho antes (no sé si en el 32 o 34).
- El Alzamiento Nacional del 18 de julio de 1936 fue un hecho necesario, debido a la violencia imperante.
- El régimen con el que Franco gobernó España no fue una dictadura, sino más bien un sistema paternalista.
- Franco es una figura histórica que debe ser respetada y no criticada.
- La Iglesia Católica es la religión verdadera y no es criticable.
- Catolicismo y liberalismo son sinónimos.
- El Estado Español debe finaciar completamente a la Iglesia Católica en España.
- La Historia de España es un conjunto de bondades de las que todo buen español debe sentirse orgulloso.
- Aunque no hay que ser monarquíco convencido como tal, se debe defender la Monarquía porque da estabilidad a España.
- En esa defensa de la Monarquía va el no mencionar los escándalos, irregularidades e ilegalidades de los miembros de la Familia Real de España.
- Hay un sobreentendido de que liberalismo es bastante equivalente a "la ley del más fuerte".
- La secta El Yunque no existe, y si existe es algo tan insignificante que es mejor no hablar de ella.
- Vox es un partido liberal-conservador al que hay que votar.
- A todo lo anterior en los últimos tiempos se ha sumado un apoyo al no endurecimiento de la legislación sobre violación y el apoyo, resumidamente, a "todo lo que no sea 'no' es 'sí'".
Vuelvo a escribir en directo.
No todos los puntos enunciados los creen todos esos pretendidos liberal-conservadores, pero sí la inmensa mayoría. Particularmente importantes son sus apoyos al tradicionalismo y nacionalismo españoles (Conquista de América, Inquisición e Historia de España -resaltando las cosas buenas y ocultado las malas-), al ultraderechismo (necesidad del Alzamiento de 1936 y bondades de la dictadura de Franco), a los privilegios (sociales y económicos) de la Iglesia Católica sobre las demás religiones en España, a la Monarquía y, en los últimos tiempos, al claro inclinamiento en caso de violación a apoyar al violador y no a la víctima si no ha habido una negativa expresa y claramente demostrable de esta última (en el caso de "La Manada" se escribieron artículos en blogs y digitales supuestamente liberales apoyando a los violadores).
¿Es eso liberalismo? Claramente no. Es conservadurismo, o tradicionalismo, o en algunos casos incluso ultraderechismo. Pero, como parece que se avergüenzan de tales calificativos, entonces optan por llamarse "liberal-conservadores", aunque sean mucho de lo segundo y prácticamente nada (salvo lo económico) de lo primero. Porque el liberalismo es contrario a los privilegios y a la defensa de regímenes y tradiciones autoritarios.
Por eso hoy en día el verdadero liberalismo-conservador ha muerto en España. Lo han matado los "liberal-conservadores", que, repito, dependiendo del caso no son más que conservadores, tradicionalistas o ultraderechistas.
Por mí pueden seguir llamándose "liberal-conservadores" todo lo que quieran. Pero lo que tengo claro es que con gente así yo no quiero compartir nada. Por ello decidí abandonar públicamente dicho calificativo (hace tiempo que ya no lo uso) y pasar a denominarme liberal centrista (en un liberalimso a medio camino entre la ultraderecha y la ultraizquierda, por decirlo así) de inspiración cristiana.
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