Vox en Andalucía acabará apoyando el gobierno PP-Cs, y todo lo que estamos leyendo en estos días es puro postureo de cara a sus votantes. Terminará arañando algunas migajas y las utilzará como justificación ante los suyos para el apoyo.
Porque es eso o ir a unas nuevas elecciones, en las que la izquierda se movilizaría, el centro-derecha se desmovilizaría (incluyendo muchos votantes de Vox, que se irían al PP o a la abstención), y la consecuencia sería que Susana Diaz volvería a conseguir ser Presidenta de la Junta de Andalucía. Y eso Vox no se lo puede permitir, por dos razones. La primera, que dejarían de ser determinantes en Andalucía. Y la segunda, y más importante aún, porque sus potenciales votantes le pasarían factura en las futuras elecciones (municipales, autonómicas, europeas, nacionales) por no haber sabido desalojar al socialismo andaluz del poder.
Así que, cuando haya pasado el momento de este teatrillo, Vox en Andalucía, repito, acabará apoyando el gobierno
PP-Cs. Al tiempo (y no mucho, por cierto).
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