Es entos oscuros días, en que la izquierda ha secuestrado el feminismo y la derecha solo se atreve, si acaso, a negociar su libertad, se echa de menos un verdadero feminismo, que luche por liberarlo sin pagar ningún rescate. Equilibrado y centrista, republicano y demócrata, liberal y defensor de la libertad individual (valga la redundancia).
Hoy en España solo hay un feminismo que usa a la mujer para sus propósitos ideológicos ultraizquierdistas. Y los que denuncian eso no son dignos de ser escuchados, porque son los que usan no solamente a las mujeres, sino también a toda la sociedad para sus propósitos ideológicos ultraderechistas.
No hay nadie (absolutamente nadie) que reivindique un verdadero feminismo, equilibrado desde una óptica centrista, defensor de un verdadero sistema político democrático que no puede ser otro que una república presidencialista y basado en un liberalismo que ponga la libertad individual sin complejos por encima de todo.
Un liberalismo encarnado por Clara Campoamor, cuya figura ha sido robada por los socialistas ante la miserable dejación de los liberales españoles. Si es que los hay.
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