Es curioso, la regulación absurda ecologeta impulsará el coche eléctrico, bastante poco práctico y caro, sin dar tiempo a mejorar alternativas más útiles que podrían sustituilo, como la pila de hidrógeno.., o incluso formas de usar combustibles fósiles, que no se acaban, de forma más limpia...
Y eso perjudica a los talleres pequeños, etc.. Hay que ver lo útil que es la absurda calentología para que el gobernante nos manipule más y más...
Es un paralelismo al tema de la legalización de la marihuana en Californa. Se legaliza, pero se impone una regulación absurda, en la que, entre otros muchos requisitos, se exige pagar 100k $ por la licencia.., con lo que se cargan a todos los cultivadores pequeños, para dejar sólo que las compañías grandes, que hacen contribuciones electorales, estén en el mercado...
Y así se garantizan que siempre habrá mercado negro, y podrán mantener policías, etc.. para perseguirlo...
Es curioso, la regulación absurda ecologeta impulsará el coche eléctrico, bastante poco práctico y caro, sin dar tiempo a mejorar alternativas más útiles que podrían sustituilo, como la pila de hidrógeno.., o incluso formas de usar combustibles fósiles, que no se acaban, de forma más limpia...
ResponderEliminarY eso perjudica a los talleres pequeños, etc.. Hay que ver lo útil que es la absurda calentología para que el gobernante nos manipule más y más...
Es un paralelismo al tema de la legalización de la marihuana en Californa. Se legaliza, pero se impone una regulación absurda, en la que, entre otros muchos requisitos, se exige pagar 100k $ por la licencia.., con lo que se cargan a todos los cultivadores pequeños, para dejar sólo que las compañías grandes, que hacen contribuciones electorales, estén en el mercado...
Y así se garantizan que siempre habrá mercado negro, y podrán mantener policías, etc.. para perseguirlo...
Efectivamente las regulaciones me parecen estúpidas. Pero que el futuro, sin regulaciones, pasa por alternativas al petróleo a mí me parece evidente.
EliminarNo sabía lo de California. Me parece ridículo, y una forma de estrangular el mercado y reducirlo a un casi monopolio.