Leo un artículo que en el título dice que el apoyo de la OMS a la política china en el coronavirus desata la ira de Donald Trump y por lo que veo en el cuerpo del texto no es para menos. Un servilismo de esta organización internacional, cuyo mayor financiador es Estados Unidos (ojo, más de uno de cada cuatro dólares), y que cuando debería estar al servicio de la salud en realidad está al servicio del gigante comunista chino.
Y es que en la pandemia del coronavirus los anuncios de la Organización Mundial de la Salud han ido en todo momento detrás de los anuncios de China, a la que, además, ha alabado en su gestión y no ha criticado en ningún momento por sus clamorosos errores que han provocado que el mundo viva la peor crisis humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial.
Si la OMS sirve únicamente para ser portavoz del Gobierno de China cuando más se la necesita, entonces que Estados Unidos rebaje su apoyo económico a la misma a lo que le corresponde por población mundial y que China lo cubra. Digo yo.
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