La interna ha pasado algo más de 18 años entre rejas, desde que fue detenida en enero de 2002 como principal sospechosa del asesinato de sus dos hijos más pequeños, de seis y cuatro años, a quienes estranguló con el cargador de un teléfono móvil. El crimen estuvo motivado en apariencia por el deseo de causar el máximo dolor posible a su esposo, de quien sospechaba que le había sido infiel.
Así que 40 años, ¿eh? Pero en octubre, 18 años después, en libertad condicional. Por dos brutales asesinatos a sangre fría a dos niños, sus hijos, de cuatro y seis años de edad. Nueve años por cada asesinato. De verdad, no tengo palabras.
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