Dije yo hace tiempo que los condicionamientos de las ayudas de la Unión Europea romperían el Gobierno, porque serían inasumibles por Podemos. Me equivoqué.
Pablo Iglesias e Irene Montero (él y ella son Podemos, nadie más) van a aguantar todo lo que sea, porque, electoralmente hablando, después del desastre vasco y la catástrofe gallega, así como los negros nubarrones catalanes en el horizonte, lo uniquito que les queda a este par son sus puestos en el Gobierno. Y es que está claro que si rompieran la alianza con el PSOE para dejar caer el Gobierno, los que con total seguridad se romperían la crisma en unas hipotéticas elecciones generales serían ellos.
Ya sabemos como Pablo Iglesias, tanto a nivel personal, práctico como ideológico, es un experto es poner ahora Diego donde antes puso digo. Así que Iglesias tragará lo que haya que tragar para mantener lo único que les queda a él y a su pareja, el Gobierno. Que no es poco.
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