La luna de miel (de verdad) de Felipe y Letizia

Poco se ha escrito en la prensa tradicional sobre la luna de miel de Felipe y Letizia. Volvemos al ocultamiento, como en los tiempos de Juan Carlos, que al final ha reventado de mala manera y puede ser que se lleve por delante hasta la misma Monarquía.

Los hechos son conocidos (aunque puede que no demasiado). Una luna de miel nacional, pública, austera, seguida de otra luna de miel internacional, secreta, a todo tren, con un coste de medio millón de dólares.

Los cuestionamientos son evidentes. ¿De dónde provenía ese dinero? ¿No era de las comisiones ilegales que continuamente cobraba Juan Carlos de Borbón? ¿Sabía Felipe de Borbón la procedencia del dinero que costeó su verdadera luna de miel? Sí, lo sé, nada se puede demostrar. Ni la procedencia ilícita del dinero y que Felipe lo supiera. Así que no nos queda más remedio que aceptar pulpo com animal de compañía.

Pero lo que es evidente es que eso de "pocos países pueden ofrecer riquezas en su patrimonio como España", aseguró en su momento Zarzuela explicando por qué los entonces Príncipes de Asturias habían optado por esta gira española era puro teatro, pura hipocresía. Igual que era (y sigue siendo) puro postureo eso de la austeridad de Felipe de Borbón y su esposa.

De lo que se trata, simple y llanamente, es de engañar a la gente, para conseguir la meta de todo monarca, salvar la Monarquía. Y para ello parece que toman al personal por tontos. Y puede que hasta tengan razón.