El título es lo que me han comentado algunos compañeros de trabajo que viven a alguna distancia (entre media y una hora) y que no pudieron llegar a sus casas. Por aquí, gracias a Dios, todo más o menos normal, en el sentido de que, aunque llovió a cantaros en algunos momentos, al menos no tuvimos que lamentar ni inundaciones, ni cortes de calles, ni que se fuera la luz.
Todavía nos queda mañana y el miércoles, que será cuando el ojo de Beta (que acaba de tocar tierra) llegué por Houston, aunque ya se espera que devaluada a depresión tropical. Pero yo no estaré completamente tranquilo hasta que pase, porque hasta el rabo todo es toro.
Estas son las últimas imágenes del satélite, sumadas, en formato gif:
Y esta la última previsión del Centro Nacional de Huracanes:
Veremos como sigue todo mañana. Esperemos que bien, si Dios lo permite.
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