«Sus beneficios en proteger a la gente del Covid y del riesgo de hospitalización y muerte por la enfermedad es superior a sus posibles riesgos», ha añadido [Emer Cooke, directora ejecutiva de la Agencia Europea del Medicamento, la agencia de la Unión Europea que se encarga de la evaluación de las solicitudes de autorización de comercialización de medicamentos en la Unión Europea y de su supervisión].
La afirmación de esta señora pone los pelos de punta. Los riesgos son el hecho de sufrir un trombo leve, grave o mortal (uno, dos y tres). Ciertamente el porcentaje de trombos asociados a la vacuna anticovid es mínimo, pero todo apunta a que estaban relacionados con la misma. Y el que muera, lo va a hacer por completo, no en un porcentaje mínimo.
Pero lo que trata de hacer la Unión Europea es llegar a la famosa inmunidad de rebaño (el nombre me parece horrible, pero no lo inventé yo), para que se pare la transmisión del coronavirus en prácticamente toda la sociedad, que creo que está cifrada (perdón por mi vagancia, pero no tengo ganas de buscar el número exacto) en el 70% de la población vacunada.
Y ahí está el quid de la cuestión. Les importa un pimiento la protección individual contra el covid (lo mismo que les importa un pimiento un voto). Lo que quieren es parar la transmisión. Al precio que sea. Lo primero, parar la transmisión, me parece loable. Lo segundo, al precio que sea, me parece deleznable. Pero para ellos (como siempre) el fin justifica los medios.
Evidentemente mi opinión es que no se puede pretender parar la transmisión al riesgo de que algunos den su vida contra su voluntad para ello, lo cual es una auténtica barbaridad. Eso, además, es comunismo de la peor especie en estado puro, que nos viene a decir que lo importante es el grupo, no los individuos que lo integran.
Y aclaro, para los malpensandos. Ni soy antivacunas (tengo todas al día y he puesto a mis hijos las pertinentes) ni estoy en contra de las vacunas contra el covid (me vacunaré con una vacuna segura en cuanto pueda). Pero eso no me convierte en estúpido. Los riesgos de la vacuna anticovid de AstraZeneca son evidentes (repito, leves, graves o tal vez mortales), aunque porcentualmente mínimos. Pero la UE no tiene suficientes vacunas seguras (que son, básicamente, las estadounidenses), por lo que decide seguir adelante con la ruleta rusa de AstraZeneca, a riesgo de la salud o la vida de unos pocos por el beneficio de los demás. Sin decirlo, claro está. Reitero, algo deleznable, una auténtica barbaridad.
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