Todos los periodistas antigubernamentales andan aplaudiendo con
las orejas y diciendo que Sánchez se ha pegado un tortazo monumental con el fracaso de la moción
de censura murciana y el adelanto de las elecciones madrileñas. Qué más quisiera yo, que también soy claramente antisanchista, pero la verdad es que no lo tengo tan claro.
Por lo pronto Sánchez ha roto la alianza PP-Cs. Y, si se confirma la desaparición efectiva del partido centrista, sus votos más izquierdosos irán con toda seguridad a su bolsillo en las próximas generales. A lo que hay que sumar que los votos que vayan de los naranjas a Vox (que, ojo, pueden ser bastantes) irán también a beneficio de Sánchez.
Al final, partido a partido, tenemos Sánchez hasta noviembre de 2031, que es la meta de Su Persona.
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