Salvo honrosísimas excepciones, le entregásteis vuestra libertad al Poder sin rechistar en un estado de alarma que evidentemente fue un estado de excepcion. Vi imágenes que me dieron vergüenza ajena, como por ejemplo abusos policiales contra viandantes aplaudidos por los vecinos. Por no hablar de delaciones a los que no se sometían al Poder. Iba a escribir borregos. Pero es peor que eso. Los borregos simplemente no se rebelas. Esto es aquello de vivan las caenas.
Y el Poder es insaciable. Ya apuntaba maneras el cacique gallego, cuando dijo aquello de que quería obligar a la gente a vacunarse. Y ahora en Baleares el Poder convierte un hotel en una cárcel juvenil, con custodia policial incluida, qe se dice pronto. Y lo que te rondaré, morena.
¿Es reversible? Quiero creer que sí. Pero para eso habrá que cambiar el voto. Mientra tanto, ajo y agua con el Poder.
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