Haría falta un Gobierno en España que tuviera las agallas suficientes para intentar resolver de una vez por todas la potencial amenaza marroquí sobre Ceuta, Melilla, las Islas Canarias y las plazas de soberanía. Y que para ello pusiera los realistas intereses de España por encima de los idealistas conceptos ideológicos.
La idea sería ofrecerle a Marruecos llegar a un acuerdo formal por medio del cual España reconoce que el Sahara Occidental es territorio marroquí a cambio de que Marruecos reconoce que Ceuta, Melilla, las Canarias y las plazas de soberanía son terrotorio español y renuncia para siempre a cualquier tipo de reivindicacion sobre dicha áreas.
Tal vez algunos piensen que eso sería dejar tirados a los saharauis. Tal vez, pero desde luego no más de lo que ya España hizo en el vergonzante Acuerdo de Madrid. Fue entonces cuando debió llegar a ese acuerdo (o, en su lugar, a ninguno, haciendo el proceso de descolonización debidamente). Pero ya que las cosas se hicieron mal, al menos podría haber un Gobierno que, dadas las ganas que tiene últimamente Marruecos de que se acepte internacionalmente su presencia en el Sahara Occidental, sacara partido de ello.
Porque si es verdad el dicho de que en política exterior no hay amigos ni enemigos sino intereses, los interes de España son proteger a los mencionados territorios y no al Frente Polisario. Pero para eso hace falta en España un Gobierno de verdad, que tenga una noción de España y de sus intereses. Algo que ni hay ni se le espera.
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