La niña (ya no tan niña, que cuenta con 18 años) se lo ha creído. Me recuerda a los del 15-M
en Sol que iban a cambiar el mundo... y al final no pudieron pasar de Galapagar.
Pues estos, capitaneados por la tal Greta Thunberg, lo mismo. Dice la chica que el cambio está aquí fuera. Evidentemente todos esos políticos, elegidos por los votantes de sus países, a los que se deben, no tienen para los gretarios y su gurú el menor valor, hasta el punto de que, literalmente, les dicen que se metan la crisis climática por salva sea la parte.
¿Y cómo van a cambiar las cosas en la línea que ellos quieren? ¿Cómo Greta (y los intereses que tiene detrás) va a liderar ese cambio que está aquí fuera? ¿A tiros? ¿Tomando las calles por las bravas? Evidentemente no. ¿Y entónces? ¿Qué queda?
Yo solo veo una solución para estos soñadores. Que su líder deje de criticar a los jugadores y salte al campo a jugar. Vamos, que funde un movimiento político y que se presente a las elecciones, para que veamos de lo que es capaz. Y que se deje de tanto bla, bla, bla.
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