Muchos dudan de que
Vox es un partido de extrema derecha. Independientemente de los datos que he ofrecido en el pasado por aquí (no tengo ganas de buscarlos, pero haberlos, haylos), hoy voy a ofrecer algunos más, que demostrarán la veracidad del título de este artículo. Y luego, sobre el ultraderechismo de Vox, que cada cual saque su propia conclusión.
Empecemos por Jorge Buxadé, uno de los vicepresidentes de Vox. Él mismo dijo que "me arrepiento de haber estado en el PP, no en Falange".
Sigamos por otra de las figuras prominentes del partido, Javier Ortega Smith, otro de los vicepresidentes de Vox, que llegó a escribir que la doctrina falangista "será reconocida por el pueblo español y su juventud hasta ganar España".
Mención aparte merece Francisco de Paula Méndez-Monasterio Encina (conocido popularmente como Kiko Méndez-Monasterio), a quien se considera asesor externo de Santiago Abascal, pero que otras fuentes van mucho más allá y hablan de él como uno de los hombres más cercanos al líder de Vox, un hombre que es el partido pero no está afiliado al partido; y uno de los principales responsables de la exitosa campaña electoral de Vox en las elecciones generales, donde se alzó con los 52 diputados que tiene actualmente. No solamente eso, sino también que no tiene cargo en Vox, pero Abascal le considera su gurú particular; y, por tanto, una de las personas que, más allá de los focos y los micrófonos, realmente controlan Vox. De su pasado podemos leer que fue antiguo militante de Alianza por la Unidad Nacional bajo la dirección de Ricardo Sáenz de Ynestrillas. Y este es un punto sumamente importante. Porque Alianza por la Unidad Nacional bajo la dirección de Ricardo Sáenz de Ynestrillas no es cualquier cosa. Leemos que Sáenz de Ynestrillas fue procesado y absuelto [por falta de pruebas] por el asesinato del diputado de Herri Batasuna Josu Muguruza y diez acciones armadas más contra ETA y personas relacionadas con el independentismo vasco. En aquellos momentos, que recuerdo perfectamente, la sensación que hubo (y a la que, por supuesto, no pudo ser ajeno Méndez-Monasterio) es que Sáenz de Ynestrillas participó en el asesinato, pero que por alguna razón (¿dinero?) Ángel Duce decidió cargar con el mochuelo él solito. Estamos hablando, por lo tanto, de que Méndez-Monasterio, uno de los hombres de más confianza de Santiago Abascal, militó en un partido dirigido por un terrorista (lo de presunto lo fue solamente a efectos judiciales) de extrema derecha.
Sigamos. Ahora hablando de otra auténtica joyita voxera, Jordi de la Fuente, actual secretario de organización de Vox en Barcelona. De su pasado sabemos que antes de su paso por PxC De la Fuente fue dirigente del Movimiento Social Republicano (MSR), un partido de extrema derecha disuelto en 2018 que negaba el Holocausto y estaba hermanado con partidos neonazis europeos y grupos ultras de Madrid y Valencia. Participó en un ataque a un centro donde residen menas en El Masnou en julio del 2019. Pero hay más: es simpatizante de la organización terrorista islámica chií libanesa Hezbollah. Y aún más: fue detenido por pintadas antisemitas junto a una sinagoga en 2009
Otro, menos conocido, es Jorge Cutillas, actual diputado de Vox en la Asamblea de Madrid, quien, y es solamente un ejemplo, se inició en los años de la Transición, cuando militó en los grupos juveniles que servían de fuerza de choque a los nostálgicos del franquismo, agrupados en Fuerza Nueva; en 1982 fue detenido, junto a otros siete cachorros ultras, por su presunta participación en el ataque que sufrieron unos autobuses con 256 niños vascos de excursión en Madrid.
La lista se podría ampliar mucho, pero los muy cafeteros sobre el tema pueden consultar un artículo en Ojo Crítico y un hilo en Twitter.
Estos son algunos de los elementos falangistas, ultrafascistas, antijudíos y nazis que están dentro de Vox. Y lo más destacable es que algunos de ellos están en cargos representativos y otros incluso en puestos de alto liderazgo del partido. ¿Es Vox un partido de extrema derecha? Que el lector responda a esta pregunta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Después de siete días de la publicación de un artículo todos los comentarios necesitan aprobación.