Como consecuencia de
las elecciones generales celebradas el 28 de octubre de 1982, en las que el PSOE obtuvo una mayoría abolutísima de 202 diputados, el 2 de diciembre de ese mismo año fue investido Presidente de Gobierno Felipe González. Empezaron los tiempos en los que Alfonso Guerra dijo su famosa frase de que tras los cambios que iban a producirse llevados a cabo por los gobiernos socialistas "a España no la va a reconocer ni la madre que la parió". Y ni él mismo era consciente de la razón que tenía.
Sin prisa pero sin pausa la decadencia, política y moral, ha ido ganando terreno durante todos estos años en una sociedad desarmada voluntariamente, entregada a partidos y políticos sin más convicción que la permanencia en el poder al precio que fuere. Políticos, unos más y otros menos, sin principios reales que los motivaran a cambiar las cosas.
De aquellos polvos estos lodos. Hoy España desciende, a toda velocidad y sin frenos, por la pendiente de, repito, la decadencia política y moral hacia un destino desconocido, pero que, visto lo que estamos viendo, en ningún caso puede ser algo bueno.
Trigesimo octavo aniversario de la obsesion por el bienestar material y la mentalidad cortoplacista, y de la progresiva apostasía.
ResponderEliminarLo unico que lo puede salvar es un regreso al cristianismo y la Biblia, y el rezo diario del Santo Rosario, como se mostró con los milagros que salvaron a Austria del islam y el comunismo.