No lo comenté por aquí, pero la decisión de Elon Musk de limitarse a
cobrar ocho dólares al mes por la verificación de una cuenta me pareció una estupidez. Por supuesto él tiene todo el derecho a hacer lo que le apetezca con su empresa. Pero está claro que una cosa es una verificación de identidad y otra muy diferente una cuenta de pago. Y pagar para tener automáticamente una cuenta verificada, sin más requisitos, era algo que tenía que salir necesariamente mal.
Y, claro, salió mal. Aunque bastante peor de lo que yo esperaba. Una empresa farmacéutica perdió un 5% en bolsa porque le suplantaron la identidad y dijeron que iban a regalar la insulina. Pero hay más casos. Hasta el punto que este señor ha tenido que dar marcha atrás.
Pero lo mejor de todo (la mejor payasada, sería más correcto decir) son las dos frases con las que ha dado esa marcha atrás. No se las pierdan:
«Tengan en cuenta que Twitter hará muchas cosas tontas en los próximos meses. Mantendremos lo que funciona y cambiaremos lo que no».
Veremos cuantos anunciantes están dispuestos a aguantar las muchas cosas tontas que el Twitter de Elon Musk hará en los próximos meses. Lo dicho, ¿este tío es idiota o solamente se esfuerza enormemente por parecerlo? No solamente comete un gravísimo error, sino que anuncia que habrá más. Pero bueno, es su empresa. Él sabrá. O no.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Después de siete días de la publicación de un artículo todos los comentarios necesitan aprobación.