Segundo. En 1864, durante el papado de Pío IX, la Iglesia Católica hace público el documento Syllabus, en el que hay proposiciones que afirman que la religión católica debe ser la religión de Estado y condenan la libertad de culto, pensamiento, imprenta y conciencia.
Tercero. El 10 de diciembre de 1948 la Asamblea General de las Naciones Unidas adopta la Declaración Universal de Derechos Humanos, en la que se puede leer que toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia.
Cuarto. El 7 de diciembre de 1965 la Iglesia Católica hace la declaración Dignitatis humanae en el que se afirma que este Concilio Vaticano declara que la persona humana tiene derecho a la libertad religiosa.
Conclusión. Si la Iglesia Católica aceptó la libertad religiosa no fue por iniciativa propia, sino por la obligación que impuso sobre esta organización religiosa el paso de los tiempos.
La Iglesia actúa como todos los grupos de presión. Cuando tiene el poder machaca a sus competidores y, cuando no, pide libertad.
ResponderEliminarLos primeros cristianos sólo querían ser cristianos libremente, cuando tuvieron suficiente poder, prohibieron todas las demás religiones.
Es lo mismo que el Islam hoy día en Occidente, sólo pedirá libertad religiosa hasta que sean mayoría. Entonces, si son benevolentes, permitirán a los demás existir a cambio de una yizia y sólo en ámbitos privados.
Aún así, no sé cómo se justificaba el que la Iglesia debiera ser religión "de estado", y lo de dar a César y a Dios a cada cuál lo suyo....
La Iglesia Católica es la unión del cristianismo nominal con el poder, convirtiéndose en la sucesora del Imperio Romano.
EliminarA partir de ahí persiguió a todo el que se la oponía, incluyendo cristianos verdaderos que se oponían a esa unión (grupos estos de cristianos verdaderos que a lo largo de la Historia se han denominado con diferentes nombres).
Y en eso sigue. Solo hay que ver como se las gastan con, por ejemplo, los evangélicos en zonas de América Latina donde los católicos son inmensa mayoría.