Según mis cálculos —que explico abajo—, si se diese el resultado en votos que dicen las encuestas, el PSOE rondaría los 134 diputados, seguido de PP (83), Cs (42), UP (36) y Vox (18) dice Kiko Llaneras.
Los resultados que se dieron en las últimas elecciones generales de esos mismos partidos son los siguientes: PSOE, 123 diputados; PP, 66; Cs, 57; UP, 35; y Vox, 24.
Es decir, que las cosas seguirían más o menos igual. El PSOE no sumaría mayoría absoluta con UP, acuerdo que de todos modos se antoja complicado, dado que todo apunta a que la coalición comunista, vista la humillación de Sánchez en las últimas negociaciones, no se va a apear de su exigencia de un gobierno de coalición con Iglesias dentro. El PSOE, por lo tanto, necesitaría el apoyo de Cs y/o del PP.
Con esos resultados sobre la mesa se me ocurren diversas preguntas. ¿Apoyarían PP y/o Cs, por activa o por pasiva, a Sánchez? ¿Aprovecharían la ocasión para intentar que Sánchez desaparezca de la escena política española y su lugar lo ocupe otro líder socialista más de fiar? ¿Seguiría Sánchez en su posición de sostenella y no enmendalla forzando unas terceras elecciones generales consecutivas?
Si la campaña electoral promete ser divertida, a la espera que ver los errores que puedan cometer los líderes que den ventaja al adversario, esa diversión puede quedarse en nada comparada con la que puede llegar tras las elecciones, cuando sepamos el resultados, que puede ser de auténtico regodeo.
Como he dicho otras veces, compren palomitas y pónganse cómodos. El espectáculo no ha hecho más que comenzar.
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