No he leído el libro, pero creo que en cuanto tenga oportunidad lo conseguiré.
Najat el Hachmi es una mujer que nació en Marruecos en el seno de una familia musulmana y que llegó a la edad de ocho años a la ciudad de Vich (Barcelona, España). Es Licenciada en filología árabe por la Universidad de Barcelona. Se define a sí misma como feminista y de izquierdas, y su principal lucha es para liberar a las mujeres bajo la religión musulmana de las imposiciones de dicha religión sobre ellas, empezando por el velo.
Lo que he leído y escuchado en sus entrevistas me ha llevado a la conclusión de que es una mujer admirable y valiente. Admirable porque su lucha por la libertad de la mujer musulmana me merece ese calificativo y valiente porque para poder ejercer esa lucha previamente tuvo que romper con su círculo social y familiar.
Lo malo es que esta señora tenga que denunciar lo que denuncia en España, y no en los países musulmanes. Sobre todo porque indica que occidente está siendo tomado por el Islam, y que todos estos grupos de inmigrantes, sean primera o siguientes generaciones, protestan y reclaman cosas en Occidente que no han luchado en sus países.
ResponderEliminarSaben que en occidente aún pueden protestar, sea para reclamar la libertad de no llevar velo o para exigir que se prohíba el cerdo en los comedores escolares.
Como decía Gandhi, él podía protestar con la "No violencia", contra los ingleses, pero no contra turcos, mongoles o chinos, porque los habrían matado directamente sin problemas.
Lo mismo sucede en Occidente, hasta que ellos sean mayoría, y no queda otra que escapar o someterse.
Hay gente que lucha en los países más 'moderados' (o menos fanáticos), como es el caso de Marruecos o Túnez.
EliminarHe sacado el caso de esta mujer porque viene a demostrar que el fanatismo religioso del Islam no es una invección mía, o de los liberales, o de los de derechas. Esta mujer sabe de lo que habla.
Sobre lo que dices de que "hasta que ellos sean mayoría, y no queda otra que escapar o someterse" me temo que tienes razón. Occidente está dormido. Y el día que se despierte creo que será demasiado tarde.