Aquí, en Estados Unidos, la gente vota cada dos por tres, la mayoría de las veces cuestiones relacionadas con la ciudad o el condado; cálculo que donde yo vivo votan como un par de veces al año. Y no pasa nada.
Personalmente veo un problema cuando la gente piensa que es un problema (valga la redundancia) ir a unas nuevas elecciones. Nunca se podrá votar demasiado. Y, ciñéndonos a la convocatoria del 10 de noviembre en particular, yo no veo el drama por ninguna parte. Los políticos españoles, en función de esa partidocracia (o, si lo prefieren, democracia muy indirecta), no se han puesto de acuerdo, y en función de ello se convocan unas nuevas elecciones para que los votantes decidan a quien premiar y a quien castigar por, entre otras cosas, el espectáculo ofrecido.
Cuando una sociedad piensa que es un problema ir a votar demasiado lo que está demostrando es que está compuesta más que por ciudadanos por votantes. Y, además, vagos.
En mi caso no veo problema alguno en votan lo que haga falta. Creo que lo que se siente es una falta de representación o utilidad del voto. El sistema electoral de partidos, listas cerradas, etc.., desincentiva el voto, excepto a los "partidistas", y en circunscripciones con pocas plazas, sólo merece la pena votar a los partidos grandes.
ResponderEliminarSi al menos fuese, o bien circunscripción única por ámbito de la elección, o bien circunscripciones unipersonales, en el primer caso habría fiel representación proporcional de todas las opciones, o, en la segunda, mi favorita, sabríamos quién es el representante de cada circunscripción, es decir, mi representante al que quejarme.
Pero ese es mi caso, coincido contigo en el el votante medio en España es más bien vago. Muy de quejarse, pero poco de votar, o de intentar cambiar las cosas con el voto. Se vota por inercia a los "suyos de siempre".
Efectivamente el sistema es malo de solemnidad. Está hecho para que los partidos mangoneen a voluntad. Por aquí he defendido una y otra vez el sistema de circunscripciones unipersonales para el Legislativo, así como la elección directa a doble vuelta del Presidente del Ejecutivo (como en Francia, vamos). De esa forma se acabaría el lamentable espectáculo que hemos visto. El problema es que nadie en el mundo político defiende tal cosa.
EliminarEstoy completamente de acuerdo contigo en que el sustema desincentiva. Pero cuando, por ejemplo, yo he propuesto por aquí crear un partido liberal o una coalición de partidos y movimientos liberales, para intentar revertir eso, nadie ha movido un dedo.
Otro problema es que los españoles no son ciudadanos, sino votantes. No toman la vida política en sus manos, sino que se limitan a elegir entre lo que les ofrecen.
El tema daría para mucho. Lo he tratado sobradamente en muchos textos por aquí. Lo que pasa es que estos son los mimbres que hay. Un sistema malo y unos políticos mediocres. Y en esta situación lo único que queda es elegir el menos malo. Que no es tarea fácil.