No, Cayetana Alvarez de Toledo no es la parlamentaria mejor, mas inteligente y con la ideas más claras de la actual Legislatura. Lo es probablemente de toda la reciente historia democrática española. Y
si no lo es, está en un selecto grupo de parlamentarios a mucha distancia de los demás.
Si Cayetana hubiera nacido en Estados Unidos, en base a esa habilidad parlamentaria, esa inteligencia y esas ideas claras que defiende sin complejos, estoy seguro de que hubiera conseguido ganar fácilmente unas elecciones primarias en el Partido Repúblicano, para posteriormente optar, con muchas posibilidades de lograrlo, a ocupar la Casa Blanca.
Pero Cayetana tuvo la desgracia de nacer en España, donde la partidocracia reina sobre la meritocracia. Y eso ha producido que la, repito, probablemente parlamentaria más brillante e inteligente en más de cuarenta años se vea relegada al ostracismo por el partido político que la invitó a ir en sus listas electorales.
Esa es una de las razones por las que España está como está, porque cuando aparece en la política alguien con verdadera valía la partidocracia la saca del ruedo político. Una diferencia clave con Estados Unidos, donde el individualismo en la política hace que sean únicamente los votantes los que tomen las decisiones de a quien quieren elegir para que los representen.
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