Y aquí empieza lo bueno (es un decir). Las elecciones de 2015 las ganó el PP con el 28.71%, seguido del PSOE con el 22.00%. Lo normal, en una democracia sensata, hubiera sido una segunda vuelta entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez. Pero en vez de eso la elección de Presidente se convirtió en un auténtico circo político. A punto estuvo Sánchez de haber conseguido la Presidencia, a pesar de haber quedado segundo, si Podemos le hubiera apoyado. Pero no sucedió.
Ese circo político en vez de una sensata segunda vuelta hace que el color de estas elecciones sea rojo como un tomate de antidemocracia y partidocracia.
España, partidocracia (serie)
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