Pues eso, que, tras el primero, ya llegó y ya pasó el día del segundo pinchazo. Me habían
dicho que los efectos
eran peores que con el anterior, pero para mí fue exactamente igual. Más sueño y cansancio de lo normal, enrojecimiento y calor alrededor del pinchazo y dolor muscular donde me inyectaron, todo al día siguiente, pero perfectamente soportable.
Y añadir que esta segunda dosis, como la primera, me la puso en la zona de la farmacia de un hipermercado Walmart un veinteañero con moño cuya targeta de trabajo decía "técnico en vacunaciones". Cosas de Estados Unidos.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Después de siete días de la publicación de un artículo todos los comentarios necesitan aprobación.