Siempre me impresionó la frialdad de Pedro Sánchez. Ha hecho y dicho siempre lo que tenía que hacer y decir con tal de permanecer en el poder, incluyendo mentira sobre mentira. Siempre con tal de conseguir algo. Hasta ahora. Porque, ¿qué va a conseguir con el expediente de expulsión de dos socialistas históricos como Leguina y Redondo Terreros, con los que sin duda se identifican muchos militantes del partido? Creo que no gana absolutamente nada, y que puede perder los votos de muchos socialistas tradicionales.
La soberbia es mala consejera, y eso lo ha sabido Sánchez, que, siendo soberbio como lo es, se la ha tragado en infinidad de ocasiones en sus negociaciones, por ejemplo, con los separatistas catalanes. Pero parece con esta decisión que Sánchez ya no está controlando su soberbia, sino que ella le controla a él. Malo, muy malo. Porque podría estar empezando a perder los papeles. Y cuando los papeles se pierden suele ser el principio del fin.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Después de siete días de la publicación de un artículo todos los comentarios necesitan aprobación.