El PSOE va a llevar a las Cortes una nueva Ley de Secretos Oficiales, cuyos plazos serán los siguientes:
Los documentos calificados como alto secreto estarán clasificados durante 50 años, prorrogables por 15 más.
La información de categoría secreta lo estarán durante 40 años, prorrogable por 10 años más.
El contenido confidencial se clasificará “entre siete y 10 años”.
Los documentos que se cataloguen como restringidos tendrán un plazo para desclasificarlos entre cuatro y seis años.
La idea, evidentemente, es que con el primer caso los implicados y los ciudadanos que conocieron los hechos no estén vivos cuando se desclasifiquen. Más o menos lo mismo que en el segundo supuesto.
Desde hace unos cuatro años tengo una campaña en la columna derecha de este blog en ese sentido, y hace un par de años volví a escribir sobre el tema. Mi opinión sigue siendo la misma, lo ideal serían diez años, pero en cualquier caso los venticinco que propone el PNV no están mal. La idea del Gobierno me parece una auténtica barbaridad.
Por eso no me queda más remedio que estár de acuerdo con la opinión de comunistas, nacionalistas y proetarras.
Pero en este tema el Gobierno no se va a apear del burro, porque Sánchez va a querer retrasar todo lo posible el conocimiento público de todo lo que pasó, por ejemplo, con el Caso Pegasus. Y al final ocurrirá o que la ley de marras se quedará en el cajón de los recuerdos, porque le pillará la disolución de las Cortes sin aprovarse, o que la petición socialista será atendida por los populares y la ley saldrá adelante con el apoyo de PSOE y PP. Y es que sin duda Feijóo querrá cubrirse desde ya las espaldas para que no se sepan las cochinadas que hará su Gobierno (si es que algún día llega a La Moncloa, que está por verse).
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