viernes, 2 de junio de 2023

Te deseo que todo te vaya bien, Inés

Hay políticos que cuando se retiran uno se alegra, como fue el caso de Zapatero; hay otros que cuando caen uno se alegra mucho, como han sido los casos de Roberto Mayor y, aún más, Alejandra Jacinto; hay otros que cuando muerden el polvo uno se alegra muchísimo, como fue el caso de Pablo Iglesias. Pero hay otros casos en que la retirada uno la lamenta, incluso la lamenta muchísimo; y ese es el caso del anuncio de que Arrimadas abandona definitivamente la política.

Me vienen a la mente ahora aquellos discursos en el parlamento catalán de esta mujer contra Quim Torra. Le gustaban hasta a mi esposa, que no tiene ningún interés por la política. En aquella durísima oposición demostró ser también una extraordinaria parlamentaria, dos cosas que le llevaron a ganar las elecciones catalanas de 2017. Y claro, Cataluña se le quedó pequeña. Dio el salto a la política nacional y fue la lógica sustituta de Albert Rivera cuando este último llevo a Ciudadanos al desastre en las segundas elecciones generales de 2019.

Se encontró el partido hecho unos auténticos zorros, y aunque intentó revitalizarlo, no pudo ser. Trató de demostrar que el partido naranja podía pactar, además de con el PP, también con el PSOE, y aquello fue, como reza el dicho, salir de Guatemala para meterse en guatepeor. Y, además, contando con la oposición interna de políticos como Igea y Bal.

Personalmente pienso que el hecho de haber cosechado un desastre electoral tras otro, cada cual peor que el anterior, no ha sido culpa de Arrimadas, sino que el destino ya estaba escrito en 2019 después de bajar de 57 diputados a 10 en únicamente medio año.

Sea como fuere, la total debacle electoral de Ciudadanos en las últimas elecciones autonómicas y municipales ha sido el detonante para que Arrimadas dejara la política. Ya se preveía cuando se mudó de Madrid a Cádiz. Pero ahora lo ha anunciado públicamente.

No deja de ser lamentable que una de las mejores parlamentarias de la reciente etapa democrática se vea obligada a abandonar la política. Pero por desgracia es lo que hay.

Desde este pequeño rincón blogueril no me queda más que desearle a Arrimadas lo mejor en su vida personal, familiar y laboral. Que todo te vaya bien, Inés.

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