Hace un año y medio la Alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, mostró de forma bastante maleducada su desagrado con los militares españoles. Y ahora resulta que un exmiembro del ejército español, legionario por más señas, es quien abatió de una tacada a cuatro terroristas.
No soy precisamente un admirador del ejárcito (de ninguno), y creo que, aunque son un mal, deben existir como un mal necesario, porque si inexstencia sería peor.
Y, aclarado lo anterior, lo que me pide el cuerpo es preguntar: ¿y ahora qué, señora Colau?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Después de siete días de la publicación de un artículo todos los comentarios necesitan aprobación.