Mató a un hombre a golpes por ser de una ideología diferente a la suya. Debería pasarse lo que le queda de su miserable vida en prisión. Pero ha sido
condenado (es un decir) a cinco años
por homicidio imprudente. Probablemente estará en la
calle en junio, al cumplir la mitad de la pena (dos años y medio) de los
hechos. Ni me quiero imaginar las ideas políticas de los componentes del jurado. ¿Esto es justicia?
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