Nos cuenta el monárquico ABC que en el PP están molestos con el inquilino monclovita porque le ha dado un ataque de hiperactividad y no hace más que negociar y negociar de cara a su segura sesión de investidura antes de que el rey le haya nombrado oficialmente candidato.
No es que Sánchez sea muy escrupuloso con las formas, pero tampoco es para tanto. Porque si se hubiera puesto a sestear hasta que el monarca le diera su beneplácito, entonces le criticarían por eso. Evidentemente el ególatra socialista tiene para ser criticado motivos de sobra sin tener que recurrir a estos asuntillos, que en vez de ser gigantes no pasan de ser unos pequeños molinos.
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