La sesión de ayer en el Congreso, una etapa de transición a la espera de que llegue un puerto de montaña

Al final la sangre no llegó al río y la sesión de ayer en el Congreso para prorrogar el estado de alarma fue una especie de etapa de transición a la espera de que llegue un puerto de montaña que marque las diferencias.

Sánchez, más de lo mismo, prepotende, soberbio y demás. Casado, durísimo en las palabras, solo llegó a la abstención, para no unir sus votos a Vox; supongo que tiene paciencia y sabe que la carrera es larga y cuando lleguen las curvas de la terrible crisis económica Sánchez se la va a pegar en toda regla. Abascal, brutal, muy en su papel de ir a por todas; simplemente genial su casi anuncio de que presentará una moción de censura; supongo que ha visto que en las encuestas el PP está creciendo y Vox no y su movimiento será ese, conseguir en el momento oportuno ser la estrella de toda una sesión del Congreso, la de su censura a Sánchez. Rufián muy duro también, me gusta más cuando está en este plan de macarra de barrio que en plan niño bueno, que no le queda para nada; ERC ha dejado tirado al Gobierno, punto. Arrimadas estuvo en plan mujer de Estado, criticando duramente pero apoyando; sabía que tenía que ir al Congreso para aprovechar la ocasión; ha conseguido sacar a Cs del ostracismo y, además, separarle del PP; misión cumplida. Esteban, muy en su papel de hombre tranquilo, asegurando la convocatoria de las elecciones vascas para julio; lo de siempre, el PNV sacando tajada propia de todo y no dando nada gratis. Y poco más.

¿Va a cumplir Sánchez con el PNV? Con total seguridad. ¿Y con Arrimadas? No lo sé. La etapa de transición ya pasó. Ahora queda esperar a la de dentro de dos semanas, que puede ser una de montaña que marque diferencias. Porque las preguntas se suceden. ¿Va a pedir Sánchez otra prórroga o va a terminar con el estado de alarma? ¿Cuál va a ser la posición del PNV si Sánchez pide otra prórroga? ¿Y, sobre todo, de Ciudadanos? ¿Se va a atrever el PP a irse al no?

Dos semanas vuelan. De hecho los únicos días de tregua que tiene Sánchez son cuatro, hasta el domingo. Desde el lunes habrá que ver que movimientos hace. si cumple o incumple, si prepara ese "plan b" o no. Veremos.