Pude ver parte de la función teatral parlamentaria del día de ayer. Debe reconocer que como teatro no estuvo mal. Resumo. Sánchez en su papel de siempre (aunque me pareció mejor actor que antes) de que todo lo ha hecho bien. Casado se tiró al monte, supongo que porque cree que las encuestas le van de cara y va a intentar no desaprovechar el momento. Abascal siguió con la misma dureza de siempre. Rufián marcando distancias. Val intentando rebañar votos a derecha e izquierda. Y Bildu vendiendo cara su abstención (vergonzoso por parte del Gobierno el pacto que se descubrió con la formación proetarra, que ni tan siquiera necesitaba).
Decía yo hace dos semanas que aquello fue una etapa de transición, y que tal vez la siguiente (por la de ayer) sería una etapa montaña que marcara diferencias. Me equivoque. No pasó de ser una función teatral, buena, pero función al fin y al cabo.
Veremos que pasa en dos semanas. Aunque me temo más de lo mismo. Supongo que la hora de la verdad llegará, por desgracia, cuando la crisis económica explote con toda su crudeza. Hasta entonces preveo más de lo mismo.
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