El hecho es lo de menos. Ya estamos acostumbrados a que hagan destrozos (aparentemente les salen penalmente baratos, por eso reinciden constantemente) para llamar la atención.
Lo que me hace gracia son sus argumentos.
Dicen esto:
«Gracias a la escalada de los precios del gas, millones de familias británicas no podrán permitirse calentar una lata de sopa este invierno».
De acuerdo. Nada que objetar. Pero ahora viene lo bueno:
Lo han hecho... para exigir al Gobierno británico que detenga todos los nuevos proyectos de petróleo y gas después que la primera ministra de Reino Unido... haya levantado el veto al fracking.
Por un lado se quejan de que el gas es muy caro. Por otro no quieren que se hagan nuevos intentos de conseguir más gas para que se abarate el precio. Coherencia, ¿eh? Lo dicho, me encantan.
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