Putin no conoce límites.
En el pasado fueron los asesinatos de opositores fuera del país. Después llegó la anexión de Crimea. Hace poco la invasión contra todo derecho internacional de una nación soberana, con la idea de convertirla en un país satélite. En esta guerra hemos tenido noticias de deportaciones masivas, de salvajes torturas y mutilaciones, de asesinatos a sangre fría, de ataques militares contra la población civil. Todo apunta a que atentó contra los gasoductos Nord Stream. La amenaza nuclear pende sobre el mundo entero.
Rusia, a la que Putin quería convertir en sucesora de la Unión Soviética, se ha convertido en cambio en un país terrorista, en un estado paria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Después de siete días de la publicación de un artículo todos los comentarios necesitan aprobación.