Al final me atreví a ver el famoso vídeo con las llamadas 'imágenes perturbadoras' del Dalai Lama con un niño. La verdad es que lo que me imaginaba era malo, pero lo que vi era peor.
El vídeo comienza con la petición de un abrazo del niño al líder religioso, algo que él acepta. Y el acercamiento físico entre ambos empieza ahí, con ese abrazo del niño al Dalai Lama (y la petición del anciano señor de un beso en la mejilla, que el niño le da). Y ahí debió terminar. Después el niño se separa, pero el Dalai Lama le coge por un brazo para impedirle que se vaya y mantenerle cerca. Lo siguiente es un acercamiento de cabezas y, ojo al dato, un beso en la boca obligado por el Dalai Lama, ante el que el niño se separa. El acercamiento de cabezas continúa, por iniciativa del líder religioso, que tiene cogido por la barbilla al niño. Es entonces cuando saca la lengua, le pide al niño que se la chupe y vuelve a acercar su cabeza a la del niño; el niño acepta el acercamiento de cabezas, pero no le chupa la lengua. El Dalai Lama golpea levemente al niño en un brazo. Y al darle la mano en gesto de despedida, el anciano se lleva esa mano a su mejilla por varios segundos. Posteriormente le vuelve a abrazar por bastantes segundos. Al final, en lo que parece ser el final de la escena, le da unos consejos religiosos. Y, terminados los consejos, le vuelve a abrazar, haciéndole cosquillas intencionadamente esta vez.
Lo que se puede ver, por lo tanto, a lo largo de todo el vídeo es un anciano sobón que abraza constantemente a un niño, el cual, más allá del primer abrazo y beso en la mejilla, no parece sentirse cómodo con la situación.
Y este sujeto, Su Santidad dicen, es uno de los principales líderes religiosos del planeta.
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