El Campeonato Mundial debieron jugarlo, por lo tanto, el campeón, el noruego Magnus Carlsen, frente al aspirante, el ruso ganador del Candidatos Ian Nepomniachtchi. Pero Ding Liren volvió a tener una suerte inmensa, porque sorprendentemente Carlsen renunció a defender el título por falta de motivación, por lo que la FIDE decidió que el Mundial lo jugarían los dos jugadores que quedaron primeros en el Candidatos. Ding, que no debía jugar el Mundial, se colaba en él por la renuncia de Carlsen.
Aunque dije que no iba a seguir el duelo, en la parte final del encuentro me pudo la pasión y, con cierta desgana ciertamente, vi las últimas cuatro partidas normales y las de desempate.
Las catorce partidas regulares terminaron en un empate a siete, después de gravísimos errores del ruso Nepo, que tuvo el Campeonato totalmente ganado en dos ocasiones. Y se llegó a la jornada de desempate, con un minimatch de cuatro partidas semirrápidas, otro de dos partidas rápidas si seguía el empate y después, si continuaba la igualdad, partidas individuales superrápidas.
En el minimatch las tres primeras partidas fueron empates, ganando Ding la última en unos brutales apuros de reloj por parte de ambos. Tuve la oportunidad de ver lo que nunca debió ser el ajedrez mundial, porque mezclar el ajedrez clásico con el ajedrez rápido ha hecho que el final haya sido lamentablemente más una partida de ping-pong que de ajedrez.
Sea como fuere el chino Ding Liren es el nuevo campeón del mundo de ajedrez. Magnus Carlsen hubiera vuelto a ganar fácilmente a Ian Nepomniachtchi, pero su lugar es ocupado ahora por Ding.
Un nuevo ciclo empieza ahora, que deberá desembocar en el Torneo de Candidatos del año próximo, a jugarse entre los días 3 y 25 de abril, como paso previó al Campeonato Mundial, también el próximo año.
Countdown
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