Me reí de buena gana cuando leí que afirmar
que el cese de Pedro Sánchez a Arancha González Laya como ministra de Asuntos Exteriores fue a exigencia del rey de Marruecos es no conocer al presidente, porque «cesar a un ministro porque se lo dice otro país»... supondría una injerencia en la soberanía española.
Miren, conocer a Sánchez es saber que Pedro Sánchez haría lo que fuera para seguir siendo Presidente de Gobierno. Lo que fuera.
¿Se acuerdan de la relación de sumisión de Trump a Putin, personal y en relaciones exteriores estadounidenses? De todos es conocido es que fue debido a que Putin tenía imágenes de Trump con prostitutas en un hotel de Moscú. Eso hacía que Putin tuviera cogido a Trump por salva sea la parte.
Desconocemos la parte por la que Mohamed VI tiene cogido a Pedro Sánchez. Pero los 2.6 gigas extraídos del teléfono de Sánchez con el programa de espionaje Pegasus que obran en poder del rey marroquí no son precisamente un juego. Con toda seguridad, vistos los drásticos cambios en la política exterior española respecto al Sáhara Occidental y otros temas marroquíes, algo (o mucho) sabe Mohamed VI de Pedro Sánchez que si saliera a la luz haría un enorme daño, político y tal vez incluso personal, del presidente español; un daño que con casi total seguridad le costaría su cargo de Presidente de Gobierno.
Así que tenemos un Presidente de Gobierno de España que está siendo chantajeado por el rey marroquí. Y España, mientras Pedro Sánchez siga en La Moncloa, nunca podrá ser soberana respecto a Marruecos.
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