lunes, 23 de octubre de 2017

"Liberalismo de estrambote", de "El Club de los Viernes", en LD

"Nada hay más lesivo para una idea, o para una filosofía vital, que caer en el ridículo. ... De todos lados se vuelve, menos del ridículo". Hay que leerlo... y llorar, porque tiene toda la razón (gracias por el apunte, intelib).

4 comentarios:

  1. Para el Sr. Capella (Intelib) ese artículo es una tonteria, "tontería selecta" pero tontería al fin y al cabo.

    Para mí, peca de ser bobaliconamente santurrón. Apela a una inexistente unidad de los cristianos, perdón, quería decir liberales. Como si la propia Convergencia democrática de Cataluña, promotor del proceso sedicioso, no fuese miembro integrante de la Internacional Liberal.

    https://liberal-international.org/our-members/regions/europe/

    El liberalismo tampoco es un "camino de perfeccionamiento" como muy píamente apunta el autor.

    El liberalismo es una ideología más y, por lo tanto, tan culpable como el resto de poner la razón al servicio de una verdad parcial o falseada. Mera propaganda de unas ideas que categorizan como dogma de fe.
    ´
    https://www.diariorc.com/2016/11/28/toda-ideologia-es-propaganda/

    Aunque lo suyo es ideología y no un sistema de creencias (http://www.nodulo.org/ec/2002/n010p02.htm), pareciera que su “verdad” sólo está al alcance de iniciados cuando afirman que “solo los hombres libres pueden decidir en libertad” como si acaso esa perogrullada significara algo políticamente hablando. Mencionan los atentados contra las libertades civiles perpetrados por los gobiernos autonómicos sin entrar a valorar lo perniciosos de este sistema que descentraliza las decisiones de gasto sin asociarlo a la corresponsabilidad recaudatoria, que desconcentra el Estado central vía transferencias conforme a criterios cada vez más arbitrarios.
    Habla de adoctrinamiento sin destacar el hecho de que este régimen cuyos apologetas proclaman como “democracia liberal” no pasa de ser una partidocracia que malgestiona una economía mixta crecientemente regulada.
    Hablan de “asegurar unas libertades básicas” sin definirlas ni enumerarlas cuando desconoce que esas pretendidas libertades civiles no son un “regalo divino” al Género humano si no que son fruto de conquistas políticas o concesiones del poder a ciudadanos o residentes en el territorio administrado por el Estado español. Hablan de identidades nacionales con la misma ligereza de quien habla de identidades de género.

    Los sólidos pilares que precisamos no son las libertades individuales en abstracto. Sólo un sistema político constituido como democracia tras la conquista de la Libertad política colectiva gozará de la autoridad y legitimidad necesarias para salvaguardar las libertades individuales de sus ciudadanos. No hay ciudadanos sin Nación de la misma manera que no existen derechos civiles al margen de los Estados materialmente constituidos. Fuera de ellos sólo rigen los acuerdos humanitarios pactados en la anárquica y conflictiva realidad de las relaciones internacionales. Si hoy en día podemos hablar de “derechos humanos” en todo el planeta no es porque casualmente nos hayamos dado cuenta que así debe hacerse. Es sencillamente porque la potencia hegemónica de la Tierra, USA, que sí es una democracia aunque imperfecta, consideró políticamente conveniente tal proclamación en el contexto de la Guerra Fría. Lógicamente, la defensa de tales supuestos derechos sólo ha sido esgrimida cuando estratégicamente se ajustaba a sus intereses.

    Ese "liberalismo" que apoya, no tanto la causa sediciosa catalanista en concreto como sí el hipotético derecho a la secesión de "agregados de individuos" (seguramente los más ricos) de una sociedad política, no es un estrambote ni un mal chiste ni una posición ridículamente exagerada. Es una ideología al servicio, conscientes ellos o no, de los intereses de las facciones oligárquicas que dentro de la partidocracia española buscan apropiase de la parcela del Estado que ahora sólo disponen en usufructo, o ,sin ser incompatible con lo anterior, sirven a los intereses de otros Estados que buscan debilitar el Estado-Nación español para someterlo totalmente. Eso o son tan tontos que propagan unas falsedades que consideran ciertas sin saber cuál es el fin último que éstas persiguen. O sea, traidores o tontos útiles.

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    1. El liberalismo no "es una ideología más", es la única (repito, única) ideología que defiende que la base de todo es la libertad individual. ¿Qué derecho tiene usted a imponerme algo a mí? ¿Qué derecho tengo yo a imponerle a usted algo? Ninguno, ¿verdad? Pues nadie (absolutamente nadie) defiende algo tan básico, solamente el liberalismo.

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  2. El liberalismo es una ideología más. Quizá la que ha logrado, tras resultar victoriosa en dos Guerras Mundiales (o tres, si contamos la Guerra Fría como tal), convertir sus principios en casi planetarios por lo que, al desbordar una sociedad política concreta, casi ha devenido en creencia religiosa.

    La libertad individual es algo que suena francamente bien, como la fraternidad de los pueblos o la igualdad de todos los hombres; pero es imprescindible definir correctamente ese concepto o se convertirá sólo en un dogma de fe que sólo podría materializarse en una sociedad utópica.

    Por ejemplo, la sociedad británica del XIX, quizá la máxima expresión histórica del liberalismo, creyó justo declarar la guerra al Imperio Chino para defender sus propiedades y asegurar la vigencia del "libre comercio" con la apertura de los puertos chinos a su narcotráfico. Juzgó igualmente conveniente someter a todos los ciudadanos a más impuestos y deuda para indemnizar a los propietarios de esclavos, a los que les fue impuesto que "liberaran" a sus propiedades humanas.

    Bien cierto es que los liberales no contemplan la eliminación de la institución coercitiva por excelencia, el Estado. Por lo tanto el liberalismo contempla, como se observa plenamente en los ejemplos antedichos, la posibilidad de que alguien, el Estado, pueda imponer e impone algo, incluidas cosas terriblemente reprobables, a alguien.

    A lo que usted ser refiere, es a otra ideología que efectivamente reivindica que nadie tiene la facultad de imponer nada a nadie, eso, señor mío, es el ANARQUISMO, otra ideología perfectamente respetable, aunque como todas, igualmente objeto de crítica.

    IDEOLOGÍA vs. UTOPÍA. El ANARQUISMO
    https://www.youtube.com/watch?v=5e3IWLLVaMY

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  3. Seguro que le resultará interesante:

    Utopía, anarquismo, marxismo, liberalismo y socialdemocracia. Democracia vs. Liberalismo

    https://www.youtube.com/watch?v=5sosV01On4k

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