En Argentina han hecho un ídolo de un sujeto al que Okdario le dedicó este artículo: La cara oculta de Maradona: drogas, infidelidades, alcohol, obesidad y persecución fiscal. Y, además, comunista.
Sé que toda generalización entraña injusticia, pero, si para muestra basta un botón, la idolatría en Argentina a este elemento creo que retrata, en general, al país. Y aquí lo dejo.
Aquel Mundial de 1986 y el partido ante Inglaterra fanatizo a muchos argentinos.
ResponderEliminarAquí en España, incluso Izquierda (H)Un(d)ida le ha homenajeado, contradiciendo su "rechazo" al sexismo.
El problema principal es que a Maradona no se le cortaron las alas, y se le ha perdonado todo.
A nadie en su sano juicio le parece bien que una persona ponga el coche a 240 km/h en la carretera, conduza ebrio o arme escandalos en la calle. Pero con Maradona, se le ha justificado e incluso elogiado. Es como que ha gozado de otra vara de medir. Es como los neonazis que critican (con razón) los privilegios de los politicos, pero que justifican la opulencia en la que vivia Hitler, o los comunistas que viven como capitalistas.
El problema es una sociedad (o una muy importante parte de ella) fanatizada, que eleva a los altares de la idolatría a cualquier persona por el solo hecho de ser un buen deportista, olvidando todos los demás aspectos de su personalidad.
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