La decadencia en Europa ha venido de la mano del ateísmo progre. Pondré un ejemplo vivido por mí personalmente. La España de los 80s. Los que generosamente me siguen en este blog saben que yo le pongo fecha al inicio de la decadencia en España: 28 de octubre de 1982. Fue la fecha en que ganó por primera vez el PSOE en España, de la mano de Felipe González y Alfonso Guerra.
Yo, que por aquel entonces contaba tan solo 19 años, lo vi venir y en esa elección (y posteriores) fui a votar no ya con pinza en la nariz, sino con mascarilla (estoy exagerando, evidentemente), para poder introducir mi voto a favor de la AP de Manuel Fraga.
Ese socialismo era ateo de facto (por más que González se declarara católico que perdió la fe en la iglesia y Zapatero católico no practicante). Dios simplemente no existía para ellos en la prácticia. El liberalismo para ese socialismo no existía (no existe). Pedro Sánchez es el primer presidente español que se declara abiertamente ateo.
Pues ese socialismo ha impuesto su agenda ateísta progre desde el 2 de diciembre de 1982 (fecha en que tomó posesión el gobierno socialista) hasta hoy (con la excepción de los ocho años de Aznar, que fueron un paréntesis, ya que no avanzó en esa agenda ateista progre, pero tampoco demolió lo impuesto por los socialistas -como ejemplo la ley del aborto de Felipe González, que no modificó a pesar de tener mayoría absoluta-). El resultado es evidente: inmoralidad, destrozo de la familia, falta de autoridad (padres, maestros, policías, etc.), inexistencia de la cultura del esfuerzo, prevalencia de búsqueda de ayudas del Estado, y un largo etcétera de despropósitos.
Quiero comparar todo eso con una sociedad que conozco bastante bien, la texana. Aquí se respeta la libertad de todos. Religiosa, política, sexual, etc. Pero hay una idea que está por todas partes: el cristianismo. Los ateos son respetados, pero no van por las escuelas tratando a los alumnos creyentes como si fueran estúpidos, ni nos tratan en los trabajos a los creyentes como fanáticos religiosos. Los homosexuales son respetados (incluyendo un homosexualismo femenino que está por todas partes), pero no van por las mismas escuelas promocionándolo. Los "progres" son respetados, pero no se atreven a decirnos a los que no lo somos que somos una especie de seres prehistóricos. Las parejas que viven juntas sin casarse (una inmensidad) son respetadas, pero no se atreven a despreciarnos a los que estamos casados como personas retrógradas.
Añadir que aquí en las escuelas se enseña la cultura del esfuerzo y de que tan solo obtendrás lo que consigas con ese esfuerzo. El acoso escolar es castigado duramente (no se les manda a casa, como en España, sino a una escuela especial, tipo ejército, donde si no se someten a las normas se les manda al juez y éste a su vez a una cárcel de menores por no mucho tiempo, pero a la que no quieren regresar cuando salen de ella). Los estudiandes que son descubiertos con posesión de drogas, son arrestados por la polícia del campus y puestos a disposición judicial.
Podría seguir. Pero baste decir que, aunque no hay presión para que el ateo, el progre o el homosexual deje de serlo (y así debe ser), tampoco hay presión de ellos hacia nosotros (y así debe ser).
Detrás de esa forma de concebir la vida está el cristianismo. Los domingos por la mañana las iglesias se llenan y al acabar los cultos los restaurantes igualmente se llenan (tradición texana ir a comer fuera toda la familia el domingo después del culto). Por supuesto que no todos van a la iglesia. Son libres.
Pero lo que se respira por todos lados es un liberalismo cristiano que hace que la familia y la moralidad se respeten hasta por quien no creen en ellas. A diferencia de España, donde se respira por todos lados un ateísmo progre que hace que de la familia y la moralidad se burlen casi todos, y que los pocos que creen en ellas lo hagan de forma casi vergonzante (o sin el casi).
Otro asunto a destacar es el aborto. En España lo ha asumido vergonzantemente hasta la derecha. En Estados Unidos (a pesar de la brutal decisión
-totalmente injusta a mi entender- del Tribunal Supremo en el caso Roe vs. Wade, quitando el derecho a legislar en esa materia a los estados) el Partido Republicano sigue dando la batalla por la vida.
Europa en general y España en particular son hoy un desierto moral y familiar por culpa del ateísmo progre, mientras que Estados Unidos, con sus muchos defectos, es en muchos lugares un oasis donde la moral y la familia no se obligan pero se respetan, gracias al liberalismo cristiano.
El ateísmo progre ha llevado a Europa en general al punto de no retorno en su decadencia en el que ahora está. Al menos Estados Unidos, decadente en muchas zonas, aún no ha llegado a ese punto de no retorno, gracias al liberalismo cristiano.
Actualización:
Texto relacionado: Liberalismo cristiano vs. progresismo ateo
Como la Tercera República Francesa con las medidas anticlericales de Leon Gambetta y Jules Ferry a finales del siglo XIX.
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