Afirma José Alejandro Vara en Vozpópuli que Sánchez no se presenta... abandonará el barco tras el 28-M... mayo será un cataclismo... tras el seguro trastazo de mayo... descartada de antemano una victoria en las generales... saltará en marcha del convoy sin frenos, abandonará su colchón de Moncloa y centrará sus esfuerzos en el alto cargo que alguien quizás ya le tiene prometido. El mismo columnista advierte de que no es información, es hipótesis.
Es posible, no digo que no. Los datos objetivos que se leen en el texto apuntan en esa dirección. Pero me cuesta mucho creerlo. A Sánchez no le gusta perder. Y para ganar estará dispuesto a hacer cualquier cosa. Cualquiera.
Vara no menciona en su columna algo que para mí es primordial. El dosier secreto (es un decir, claro) que relaciona a Feijóo con personas poco recomendables, probablemente narcotraficantes (una pregunta de nada que ya me hice allá, ¿por qué Sánchez puso a Soraya Sáenz de Santamaría, de quien se dice que mandó fabricar el mentado dosier, en el Consejo de Estado poco después de ganar la moción de censura a Rajoy?).
Ese dosier podría ver la luz antes de las autonómicas y municipales del 28 de mayo, para intentar evitar el desastre. O no. Porque Sánchez, consciente de los limitados efectos de algo así en esos comicios locales y regionales contra un líder nacional, podría reservarse el misil para algún momento antes de las generales, sobre todo si la información que tiene le permite deducir que Feijóo se verá obligado a dimitir o, de lo contrario, el escándalo será tan enorme que quedará completamente lastrado.
Por cierto, ¿por qué Pedro Sánchez no aprovechó para convocar elecciones anticipadas y ganarlas cuando Casado tuvo que irse, dejando al PP sin líder y hundido en las encuestas? ¿Por generosidad? Eso no existe en política. Menos aún en Pedro Sánchez.
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