A raíz de escuchar a García Egea se me ocurrió comparar a esta nueva hornada de políticos con los de mi generación. ¿Algo que ver Casado con Aznar? ¿O Pedro Sánchez con Felipe González? ¿Se puede comparar a Rivera con Suárez? ¿O incluso a Abascal con Blas Piñar? Solo son ejemplos.
Si seguimos poniendo ejemplos, con la salida de Rajoy, Saenz de Santamaría y Cospedal España perdió unos políticos que al menos sabían expresarse en condiciones. Porque hoy por hoy escuchar a la inmensa mayoría de los políticos (y políticas) y ministros (y ministras) produce vergüenza ajena. La única que se salva es Inés Arrimadas. Y, la verdad, no se me ocurre ningún otro nombre.
Porque todos (y todas) los (y las) demás en mayor o menor grado me parecen una pandilla de zoquetes salidos de un concurso de charlatanes de feria. ¿Y esto era la regeneración?
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