martes, 21 de enero de 2020

Democracia injusta iliberal

Creo en la democracia. O al menos que, a pesar de sus muchos defectos, es el sistema menos malo de gobierno de todos los existentes. Pero la democracia no puede ser el valor políticio más elevado, como he dicho muchas veces por aquí. Por encima de ella esta la libertad individual, que no puede ser violentada por la decisión de la mayoría. Y por encima de ésta está la justicia, para que nadie pueda abusar de su libertad en detrimento de otros más débiles que él y para decidir cuando aparentemente colisionan dos o más libertades individuales entre sí.

Pero lo anterior no es lo que se está viendo actualmente en España. Más bien lo que se está llevando a la práctica (probablemente se llevó desde 1978, pero ahora con más claridad) es una democracia que no está basada en la libertad individual, sino en una supuesta libertad grupal, gregaria, de rebaño. Una libertad que es solamente una excusa para que el gobierno de turno haga lo que quiera en un supuesto beneficio de la mayoría, que no es más que en realidad en beneficio de los que profesan su ideología.

En lo anterior por supuesto la justicia brilla por su ausencia, ya que simplemente la voluntad de la mayoría se impone a la minoría, todo ello basado en determinadas leyes, que no por ser leyes son justas (las leyes deben basarse en la justicia, y no al revés, que es lo que poco a poco está pasando en España).

En medio de todo ello nos encontramos una sociedad políticamente gregaria, de rebaño, educada (es un decir) a lo largo de los años en el servilismo al sistema, que sigue casi ciegamente (a veces sin el casi) al lídercillo de turno. Una sociedad que ni entiende ni quiere entender lo que es la libertad individual. Una sociedad integrada por votantes súbditos (no hablo ahora de al rey de turno, sino al sistema de partidos imperante), que además lo son de buen grado, y no constituida por ciudadanos libres que hacen de la defensa de su libertad individual el eje central de su vida política y de su voto.

El resultado de todo lo anterior es una democracia (no dudo que lo sea, aunque imperfecta, ya que es claramente aceptada por la mayoría) injusta iliberal. Con todo lo que ello implica, que es mucho. Sobre todo en perjuicio de la minoría.

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